Presentado en el Salón de París de 1933, el Tipo 57 de Bugatti fue valorado como el Bugatti más significativo entre los que no estaban destinados a competición y como el mejor gran turismo del mundo antes de la guerra.
Fue mayoritariamente proyectado por Jean Bugatti, el hijo del patrón, y tuvo una entusiástica acogida de público.
El motor del Tipo 57 utilizaba dos árboles de levas en cabeza, embrague en seco con disco único, las suspensiones delanteras de ballestas semielípticas estaban integradas con un soporte elástico debajo para evitar sacudidas en la dirección.
El puesto de conducción, contra el parecer de Jean, estaba a la derecha. En 1935 se estudió un nuevo chasis para el 57S Sport y dos años después se lanzó el 57C, cuya modificación más importante estaba en la adopción de un compresor, la potencia subía de 130 a 160 caballos y la velocidad de 150 a 170 km/h.
En 1938 la carrocería del berlina cuatro puertas, bautizada Galibier, había evolucionado hacia una simplificación de las formas (se notaba la influencia de la Cord americana) que mejoraba sensiblemente la aerodinámica del coche.
Característicos en el 57C eran los frenos hidráulicos Lockheed y los amortiguadores De Ram más eficaces, para sustituir los telescópicos de Allinquant.
Las prestaciones eran parecidas a las del modelo Sport.
Ficha técnica
Motor: 8 cilindros en línea; 72 x 100 mm; 3.255 cm3; doble árbol de levas en cabeza; compresor Roots; potencia máxima, 160 CV a 5.000 rpm.
Transmisión: tracción trasera, cambio manual de 4 velocidades. Suspensiones semündependientes; anteriores, ballestas semielípticas; posteriores, ballestas de cuarto de elipse invertidas. Frenos: de tambor.
Dimensiones: batalla, 330 cm; vías, anterior y posterior, 135 cm.
Velocidad máxima: 170 km/h.

El modelo berlina Galibier de 1938 era un coche discretamente moderno con cierto equilibrio estético y unas prestaciones fenomenales.