En 1979 Volkswagen introdujo una nueva versión cabriolet del Golf, cuya producción se ha mantenido durante más de un decenio.
El responsable de la carrocería era el conocido estilista alemán Karmann, que posteriormente también realizó un modelo cabriolet del Ford Escort.
Básicamente se conservaban todas las características mecánicas de la berlina pero, para asegurar la integridad estructural, el chasis y la carrocería fueron debidamente reforzados, de tal forma que el peso era 118 kg mayor que la berlina.
El portón trasero fue sacrificado en favor de un portaequipajes tradicional con lo que el espacio disponible se redujo bastante.
No era simplemente un coche para la temporada de verano, puesto que su capota, gracias al doble estrato que aseguraba un perfecto aislamiento, estaba también adaptada al uso invernal.
Si las condiciones climatológicas cambiaban rápidamente, la capota se podía levantar con extrema facilidad.
La larga vida de la versión cabriolet del Golf confirma las magníficas características de este coche.
FICHA TÉCNICA
Motor: 4 cilindros en línea; 81 x 86,4 mm; 1781 cm3; doble árbol de levas en cabeza; potencia máxima, 112 CV a 5.800 rpm (1.595cm3/75CV o 1.781 cm3/90CV).
Transmisión: tracción delantera, cambio manual de 5 velocidades.
Suspensiones: anteriores, independientes, brazos McPherson y muelles helicoidales; posteriores, eje rígido, brazos oscilantes y muelles helicoidales.
Frenos: de disco, delante; de tambor, detrás.
Dimensiones: batalla, 240 cm; vías, anterior, 139 cm, y posterior, 135 cm.
Velocidad máxima: 154-174 km/h.

El Golf cabriolet dio comienzo a un gran revival de esta fórmula pues con la capota doblada la visibilidad era buena y la turbulencia no era excesiva.